La Plaza de la Magdalena es uno de esos rincones donde entregarse al disfrute de la vida. En el lugar que en otro tiempo acogió espectáculos taurinos donde cada primavera es posible degustar uno de los plazos favoritos de los cordobeses, los caracoles. Dominando la plaza encontramos la Iglesia de la Magdalena, en la que los elementos del último románico se mezclan con formas góticas dando lugar a uno de los más bellos templos de la Córdoba medieval. A pesar de que las remodelaciones y el trágico incendio acaecido en 1990 acabaron con su aspecto original, una efectiva rehabilitación nos permite apreciarla con una apariencia muy similar a la que lució en sus mejores tiempos, disfrutando de las actividades culturales que se celebran en su interior tras haber perdido su uso litúrgico.

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