Índice

Información General                            

Festival de la Guitarra de Córdoba Córdoba no puede entenderse sin la guitarra, como tampoco el nacimiento de ésta, que aquí constituye una auténtica gestación y parto, sería posible sin las manos de los cordobeses. De lo primero da fe el transcurso de las horas, que aquí lo hace por soleares interpretadas por el maestro de esta tierra Juan Serrano. Y de lo segundo los talleres artesanos –como el del recordado Miguelito Rodríguez-, de donde salen las mejores guitarras del planeta que luego serán acariciadas por virtuosos de todo el mundo.

Por ello, desde el inicio de los años 80 del pasado siglo, el Festival Internacional de la Guitarra convoca en Córdoba a artistas y grupos venidos de todos los países, para conformar una brillantísima nómina de nombres que, dentro del panorama musical, se relacionan con este instrumento centenario tan unido a la ciudad, a su historia y a sus gentes.

Todas las corrientes musicales tienen cabida en el Festival, desde las notas del Flamenco puro al rock más agresivo, pasando por el blues, la música clásica, los ritmos autóctonos y de fusión.

El intenso programa de actuaciones que elabora el Ayuntamiento cordobés, tiene como marco el Gran Teatro de la ciudad, las Caballerizas Reales, el Alcázar de los Reyes Cristianos, las plazas –la de Capuchinos o La Corredera- y otros edificios emblemáticos, como el Palacio de la Merced, el Teatro Cómico o el de la Axerquía. En torno al festival tienen lugar una serie de eventos y actividades entre los que destacan cursos de guitarra, bailes y danza; técnicas de construcción, exposiciones y conferencias.

Historia

A pesar de su relativa juventud, el Festival de la Guitarra, ha venido alcanzando un prestigio que salta las fronteras nacionales desde sus orígenes, cuando en 1981 el guitarrista cordobés Paco Peña puso en marcha el primer certamen con el apoyo del Ayuntamiento. A partir de 1991 esta institución y la Fundación Pública Municipal Gran Teatro asumieron la organización total del festival, siendo en la actualidad el Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE) sobre quien recae tan importante tarea, en la que colabora la Junta de Andalucía.

En aquella edición se había desbordado ya cualquier previsión, la calidad y renombre alcanzados es su primera década de vida le hacían ocupar un destacado lugar en los circuitos internacionales relacionados con este arte.

De este modo, en torno a su Festival Internacional de la Guitarra –abierto también a la provincia y difundido por televisión vía internet desde su edición del 2008 por el Instituto Cervantes, a través de Cervantes TV-, la ciudad de Córdoba amplía su oferta. A los artistas que acuden a él, se suman estudiosos y personajes que se bifurcan entre las diversas actividades desarrolladas en las casi tres semanas de duración del evento, donde empiezan a tener cabida desde el encuentro de grandes compositores, al acercamiento a la música de los cincos continentes.

Su expansión y su éxito continuado ha propiciado que las noches del Alcázar, las plazas de Córdoba, las Caballerizas Reales o el Gran Teatro, hayan llegado a albergar más de cincuenta conciertos en un solo festival, agrupados por estilos musicales con un tiempo para el flamenco, jazz, guitarra clásica y moderna, complementados con los espectáculos de danza, baile, cante flamenco y con la voz de los cantautores/as.

Pero no son éstas las únicas vías de acercamiento y profundización en el mundo de la guitarra que ofrece este festival de renombre mundial. En las semanas de su duración, se celebran también numerosas jornadas de estudio y formación paralelas a las exposiciones y muestras, Gran cantidad de alumnos asisten anualmente a los cursos impartidos de composición musical y construcción de guitarra antigua (vihuela y laúd) y clásica, así como a los de Flamenco y baile. La prestigiosa nómina de profesores y participantes en este encuentro internacional tiene en sus listas, entre otros, nombres de la talla del constructor de guitarras José Luis Romanillos, Francisco Santiago Marín o Juan Montero; el compositor Leo Brouwer  y los guitarristas Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Rafael “Merengue”, maestro de tantas figuras cordobesas del mundo de la guitarra –como Vicente Amigo, que también ha acudido a alguna edición de este evento-, son, junto con el cantaor Calixto Sánchez, el bailaor y coreógrafo Javier Latorre, las bailaoras Blanca del Rey, Inmaculada Aguilar o Mercedes Ruiz, o los guitarristas clásicos como el japonés Shin-Ichi Fukuda, Ricardo Gallén o David Rusell, algunos de los que han aportado al certamen buena parte de su merecido prestigio.

A ellos hay que añadir, en los apartados del jazz y guitarra moderna, las actuaciones, a modo  también de ejemplo ilustrativo de la categoría lograda por el Festival, de los igualmente legendarios B.B. King, John Mclaughin, Toquinho, Larry Coryell o Raimundo Amador. Sin olvidar a la guitarra antigua de la mano de Hopkinson Smith, o el blues interpretado por Scott Henderson, el cantautor Djavan, Marcus Millar o Ralph Towner.

Las jornadas de estudios sobre la historia de la guitarra, divididas en tres niveles, son otro de los muchos atractivos de estos días en los que Córdoba se convierte en punto de encuentro y referencia ineludible para los estudiosos, aficionados y admiradores de la guitarra, de la danza, los ritmos multiétnicos y las mejores voces del panorama musical sin distinción de estilos.

Del alcance de la calidad de la larga y contrastada lista de artistas que han pasado por Córdoba, dentro del festival, pueden dar fe los que conformaban el programa que, coincidiendo con el fin de siglo, pasó a denominar el evento como Festival Córdoba Guitarra 2000. José Antonio Rodríguez fue el encargado de inaugurar las jornadas en el Gran Teatro, cosechando una extraordinaria crítica con su “Viento de Libertad”. En la siguiente noche, José “El Francés” llenó los Jardines del Alcázar de un público, mayoritariamente joven, que vibró con su voz de tintes camaroneros, viéndose sorprendidos, al final, por la cantaora Conchi Heredia. Las localidades del Gran Teatro se agotaron el tercer día con la actuación de Antonio Canales y su espectáculo “La Cenicienta”. Y en el mismo marco se produjo el encuentro, al día siguiente, entre Juanito Valderrama y “El Pele”, que aglutinaron en torno a su espectáculo a guitarristas de la talla de Paco Cepero, Pepe “Habichuela”, Manuel Silveria, Manolo Franco, Niño Pura y Luis Calderito. “Jácara” fue el título del espectáculo con el que el bailarín Joaquín Grillo hizo las delicias de los amantes del Flamenco y con el que arrancó elogiosas palabras a los críticos. Y Carmen Linares cerró, con “Íntima historia de cante”, y un extraordinario éxito, la serie de espectáculos flamencos de ese primer Festival Córdoba Guitarra 2000, que cumplía veinte años de existencia.

Con la onomástica, una nueva actividad se sumó a las ya tradicionales del certamen: las Tertulias Flamencas, y con ellas la posibilidad de conocer de viva voz las opiniones de aficionados y expertos. Tabernas y bodegas reunieron, en torno a una copa de vino y a la pasión por la guitarra y el Flamenco, a personajes como el recordado y llorado maestro de la pintura Antonio Povedano, y de su mano al prestigiosísimo cirujano cardiovascular Manuel Concha, los siempre presentes Chano Lobato y Juanito Valderrama, Manolo “Sanlúcar”, Philippe Donnier, Eduardo Serrano “El Guito” o el bailaor Manuel Fernández. Este nuevo aliciente fue recogido por el público cordobés con el mismo interés que el resto de las actividades, cuidadosamente seleccionadas, que han convertido a Córdoba en el centro de atención de los que aman y gozan la guitarra en toda su extensión.

Fecha

  • Primera quincena del mes de Julio.